¡Hola, mis queridos lectores! Por fin
les traigo una de las tantas reseñas que les debo, me costó trabajo redactarla
y estoy segura de que me he de haber dejado varias cosas fuera, pero ya quiero
quitármela de encima, así que aquí está.
La Guerra de los Sueños es
una bilogía de fantasía épica conformada por las
novelas El
último guardián de Everness (The
Last Guardian of Everness, 2004) y Las nieblas de Everness (Mists of Everness, 2005), del escritor
estadounidense John C. Wright, quien presenta una historia cargada de
simbolismos, filosofía y ciencia, y en la que la mitología se combina con el
folclor, por lo que hay dioses, criaturas mágicas y seres legendarios
recorriendo sus páginas. El último
guardián de Everness nos presenta a Galen Guardapasos, el más joven del
linaje de guardianes que custodian Everness, el lugar donde confluyen el mundo de
los sueños y el real, su deber es resguardar el recinto y esperar a que el
enemigo despierte y sea momento de tocar el cuerno para llamar a los paladines
que pelearan contra Aquerón. En esta batalla la tierra será destruida y una
nueva renacerá. Los guardianes de Everness son entrenados para que puedan ir al
mundo de los sueños cuando duermen y aprendan todo lo necesario para su
trabajo, cierta noche, Galen ve un augurio y cree que ha llegado la hora de la
guerra, pero uno de los aliados de Aqueron, Azrael, un ex guardián que
traicionó a la orden, le ha tendido una trampa. Aqueron ha comenzado a
despertar, el alma de Galen está atrapada en el mundo de los sueños y Azrael se
ha apropiado de su cuerpo para llevar a cabo su plan, pero en el camino de
ellos se cruzaran Cuervo y Wendy, un matrimonio que tiene mucho que ver con los
acontecimientos que se están desencadenando. A grandes rasgos, esta es la
premisa de la historia, hay más personajes y uno que otro detallito, pero el
inicio es ese.
El
mundo de los sueños se va definiendo con el pasar de las páginas, así el lector
se va enterando qué es Everness, cómo surgió la orden, cuál es su función, la
labor de los guardianes y demás. Ahora bien, el alma es la que puede viajar al
mundo de los sueños, en tanto que el cuerpo se queda en este plano. Esto es
relevante porque es un concepto interesante que tiene mucho que ver con la filosofía
platónica –que el autor seguramente debe conocer bien y que retoma en mayor o
menor medida–, porque el mundo de los sueños muchas veces se asemeja al mundo
de las Ideas, ese mundo perfecto e ideal que sería el original del nuestro,
porque el nuestro sólo es una copia, por lo tanto imperfecto, al igual que el
cuerpo, así que ya que el alma guarda una chispa de la divinidad, es posible
que acceda a ese topus uranus, que en
este caso el autor identifica con el mundo de los sueños. Y menciono esto como
ejemplo de la importancia que el autor le da a este aspecto, es decir, hay un
marcado discurso filosófico, y científico a veces; y qué decir de los
personajes, muchas veces pecan de encarnar puros rasgos simbólicos.
La
historia pintaba para ser buena, pero se queda a medias, además, te la venden
como una fantasía épica entretenidísima, que más bien se queda corta, el
momento culminante y más esperado de la bilogía es una tomadura de pelo, toda
la tensión que se había estado generando alrededor de la gran guerra, se
desploma hacia el final con una escena, en fin, mucho ruido y pocas nueces.
Aparte, la primera novela comienza con un ritmo lento, pausado, y ya hacia el final
el autor le pone más intensidad al asunto, el cual se mantiene buena parte de
la segunda novela, pero luego se va estancando y la lectura se vuelve cuesta
arriba.
El primer libro no me
encantó, pero sí me gustó, la historia era interesante y tenía buenos
elementos, por lo que traté de no prestarle mucha atención al hecho de que
fuera muy introductorio y lento. Tenía muchas esperanzas puestas en el segundo
libro, pero la lectura fue tediosa y me daba mucho sueño, por más que leía
sentía que no avanzaba nada, y la cereza del pastel fueron los personajes. En Las nieblas de Everness habían cambiando
radicalmente, en algunos casos de una manera justificada, pero en otros en lo
absoluto. Hay un personaje en particular que con unas cuantas frases me hizo
dudar si era realmente él, porque no había una coherencia con lo que ya nos
había presentado el autor sobre él, lo cual es imperdonable. Y si a eso le
sumamos que luego hay escenas fuera de contexto o que no encajan y hacen ruido,
que chocan con lo que se está contando, pues como que no.
Sí, La guerra de los sueños de John C. Wright
fue la decepción del año pasado,
esperaba más de esos libros, la historia pintaba para ser excelente, pero el
autor no supo aprovechar bien los elementos que tenía a la mano y hacer que
trabajaran armoniosamente, que estuvieran bien entrelazados, porque unas veces
le daba más importancia a la trama y tensión dramática, y otras apelaba más por
ahondar en diversas disertaciones. Aún así, hubo cosas que sí me gustaron,
había unos pasajes bellamente escritos, con unas imágenes preciosas, la actitud
de uno que otro personaje y el planteamiento del mundo de los sueños, pero en
sí la mayoría fue una mala experiencia, cuando todos los personajes me dan
igual y llega un punto en que les deseo la muerte a todos, es mala señal.
Finalmente, no es una
bilogía que recomiende, reconozco que tiene buenos elementos y que el autor
sabe mucho, pero la historia se queda corta y no cumple con lo que promete.
Quizá soy yo, no lo sé, igual y a alguna persona les parezcan unos libros
brillantes, pero a mí no me convencieron ni satisficieron, así que no los
recomiendo, es más, si son fans de la fantasía, ni siquiera los veo
indispensables como para que se acerquen a ellos.
FICHAS:
WRIGHT, John C., El último guardián de Everness, traducción de Esther Cruz
Santaella, España: Berenice, 2007, pp. 359.
_______, Las nieblas de Everness, traducción de David Cruz, España:
Berenice, 2007, pp. 380.
¿Qué opinan? ¿Creen
que debí abandonarlos? :P
Gracias por leer <3
¡Hola! Pues no la conocía pero viendo lo que comentas estoy segura de que no es para mí. Un besote :)
ResponderEliminar¡Hola, Paula!
ResponderEliminarEso de sentir que la historia no era para ti nos pasa a todos, lamento que tu experiencia no haya sido grata con este libro, personalmente no me llama mucho la atencion asi que lo dejo pasar.
¡Nos seguimos leyendo!